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Antropología y educación: ser diferentes no nos hace desiguales

Actualizado: 24 feb 2021

El conocimiento antropológico nos ha permitido entender y valorar la diversidad humana. A pesar de haber surgido con un propósito oscuro, como el de apoyar el colonialismo y la segregación racial, la antropología hoy en día se reivindica como una disciplina líder en la lucha contra la discriminación, la opresión y la injusticia social. Su mirada holística nos permite comprender todas las dimensiones de la vida humana (económica, política, religiosa, etc.), y esto es fundamental para generar capacidades críticas en las personas. Asimismo, nos invita a considerar el contexto y los impactos de nuestras decisiones antes de actuar o juzgar.

Dentro del objetivo del LAAB de experimentar con la antropología en otros formatos y para otros públicos, impactar la educación primaria y secundaria es una de las principales metas. Investigando sobre Antropología de la educación, me encontré con la misión del Consejo de Antropología y Educación de la American Anthropological Association:

Nos comprometemos a unir nuestros esfuerzos para combatir la opresión, y trabajar por la justicia social y racial de maneras concretas que surgen de nuestro conocimiento colectivo como antropólogos de la educación. A través de nuestras investigaciones y luchas apoyamos a los estudiantes, a las familias, a los profesores, a los líderes y a la comunidad en general en la lucha contra el racismo, la xenofobia, la islamofobia, el anti-semitismo, la misoginia, la homofobia y la transfobia.*

Introducir una perspectiva antropológica desde temprana edad les enseña a los niños a valorar y aprender de las diferencias entre sus compañeros. Los empodera para decir y opinar lo que piensan, sin sentir que serán juzgados por pensar diferente. La antropología nos enseña que ser diferentes no nos hace desiguales. Todos podemos ser lo que queramos y nadie debería imponer su visión del mundo sobre los demás.

La coyuntura actual de posconflicto y construcción de paz en Colombia es un contexto único en la historia del país. Los colombianos estamos en una fase de reconciliación, y el reconocimiento del “otro” como igualmente valioso es fundamental para lograr una sana convivencia y garantizar la no repetición de actos violentos.

Colombia es un país reconocido por su gran diversidad cultural. Sin embargo, a falta de una cultura de tolerancia, respeto y aceptación de la diferencia, esta diversidad se ha convertido en un combustible para los conflictos internos del país. Una perspectiva antropológica es esencial para darle un giro positivo a la diversidad de nuestro país.

Hablar de estos temas es particularmente importante en la actualidad, cuando cada vez más los líderes del mundo se sienten libres de atacar a quienes piensan diferente a ellos. Y cuando digo "piensan diferente" no me refiero a partidos políticos, sino a sociedades enteras con creencias e historias distintas, y también a grupos minoritarios con diferentes y valiosas formas de ver la vida. Un buen antropólogo, pasaría un buen tiempo con ellos, entendiéndolos y aprendiendo de ellos. Seamos todos buenos antropólogos, salgámonos de nuestra zona de comfort y tratemos de entendernos en la diferencia.

*http://cae.americananthro.org/sample-page/cae-mission/

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